Memoria histórica, pretérito politizado
Timothy Garton Ash nació en 1955 y estudió historia moderna en Oxford. Apasionado por la «otra» Europa, atravesó a menudo el llamado Telón de Acero en su calidad de historiador y como reportero. En 1990 regresó a Oxford, donde es profesor de historia contemporánea y colabora frecuentemente en la prensa como analista político, aparte de dedicar tiempo a viajar por y escribir sobre Europa Central y Oriental. En España sus artículos aparecen en el diario El País. Además de El expediente, traducido a doce idiomas, es autor de The Polish Revolution: Solidarity, galardonado con el Somerset Maugham Award de ensayo; The Uses of Adversity: Essays on the Fate of Central Europe, que obtuvo el Prix Européen de l’Essai; We, the People, un relato personal sobre la caída del Muro de Berlín; y In Europe’s Name: Germany and the Divided Continent, una polémica historia de la Ostpolitik.
Para Timothy Garton Ash la legislación sobre la historia es uno de los ataques más graves que está sufriendo la libertad en Europa, si bien es de los menos visibles. Como él la gran mayoría de historiadores e intelectuales se han opuesto a la tendencia de criminalizar determinadas interpretaciones históricas, porque con ello se limita la libertad de investigación y se anquilosa el debate histórico necesario para la actividad profesional del historiador y el progreso de la ciencia histórica: "...hay que descubrir pruebas, comprobarlas y pasarlas por el tamiz, así como someterlas a diversas interpretaciones posibles", dice Garton Ash.
Las leyes de memoria histórica consolidan la historia oficial del pais pero la reescriben al dictado de quien ejerce el poder y pueden reavivar viejos conflictos.
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