Cartas a Alvaro
Querido Alvaro:
"También tiene el llanto goces silenciosos, perfumes preciosos de pálida flor. Como hay en noche benigno rocío, que del seco estío mitiga el calor." Este verso explica de maravilla lo que siento cuando pienso en ti y no puedo abrazarte y no puedo mirarme en tus ojos, esos ojos negros que fueron mi espejo durante tantos años.
Te cuento que con el verano se acabó el curso de tus hermanos y ahora disfrutan de unas merecidas vacaciones, unos más que otros. Y tu madre está loca por la playa. No hay fin de semana que no pasemos unas horas tomando el sol y bañandonos en el mar, es de precepto dominical. El tiempo está siendo muy caluroso por aquí y las semanas se hacen cada vez más largas: ya sabes lo poco que me gusta el calor.
Yo le digo a mi corazón: ¿qué haré de la vida? ¡No hay más remedio! Hacer lo que hacen los demás, y dejar correr el tiempo.
Un abrazo hijo mio y hasta pronto.
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