Relato de un viaje

Mi apadrinada Bhagyamma.

Una instantanea con la familia de mi apadrinada.

Los tiempos difíciles han ayudado a comprender mejor lo infinitamente rica y maravillosa que es la vida y que muchas cosas que nos preocupan no tienen la más mínima importancia. En la India he encontrado el equilibrio necesario para ver la realidad en toda su amplitud. Alguien dijo que dios hizo el mundo redondo para que nunca podamos ver demasiado lejos el camino y esta tierra está muy lejos en todos los sentidos no sólo en el geográfico.
Mi recorrido por el sur me hizo descubrir dos cosas importantes, primero, que la amistad es lo más importante y segundo que la cura para todo es siempre agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar.
Mi viaje tenía como finalidad conocer lo que la fundación Vicente Ferrer ha logrado en Anantapur con tesón y "acción", la palabra que define a su fundador: "Cuando tengas una tarea difícil que hacer, algo que parece imposible, solamente trabaja cada día un poco, todos los días un poco, y de repente verás que el trabajo estará terminado." Tambien pude conocer a mi apadrinada y su familia; ella tiene 9 años y una mirada dulce que me cautivó.

El grupo de personas que nos reunimos en la fundación Vicente Ferrer, con Vicente y su esposa.

¡Un saludo a todos desde aquí!

Pude ver con mis propios ojos los resultados de la solidaridad: centros escolares especializados para niños con discapacidad, escuelas para niñas que abandonaron sus estudios, hospitales, centros medicos de ortopedia, cuidado y soporte para afectados del SIDA y nuevos proyectos impresionantes. Tal como dice Vicente Ferrer este es el resultado para resolver los grandes problemas de la humanidad realizados por dos equipos: el A y el B. En el A se integran gobiernos solidarios, instituciones internacionales y las agencias de las Naciones Unidas. El B somos nosotros el pueblo llano que formamos los pobres, los ricos, los inteligentes, los necios, los trabajadores, los empresarios, los ayuntamientos, las diputaciones, etc. Los integrantes del equipo B sabemos lo dificil que es ayudar a resolver los problemas y formamos grupos que tratan de llenar los vacios que no resulven los del equipo A. La utopía con que todos soñamos: una verdadera humanidad. El hombre solo es Hombre cuando ama, sin amor no hay humanidad.

NAMASTE el saludo define a este pueblo muy peculiarmente.

No sé por donde comenzar el relato del viaje, se agolpan en mi memoria momentos preciosos, recuerdos que no se borrarán jamás, caras, personajes y sobre todo las miradas de los niños de la India que perduraran en mi para que no olvide jamás que la felicidad es algo más que poseer cosas materiales. La ilusión abierta que desprende un pueblo milenario, con culturas antiquísimas, arquitectura y pensamientos ancestrales y a la vez actuales.

Silvia y Maria, la incansable vendedora que nos acompañó durante dos dias.

Nuestro guia y amigo George: ¡Namaste !