eliópolis: La navaja de Occan

miércoles, febrero 07, 2007

La navaja de Occan

Guillermo de Occam, franciscano y filósofo inglés es la persona en que se recreó ‘El nombre de la rosa’. La pluma de Umberto Eco se inspiró en el pensamiento de Guillermo de Occam para caracterizar a Guillermo de Baskerville, protagonista de una de sus obras más conocidas. Llevada a la gran pantalla, y con Sean Connery y Christian Slater como grandes estrellas del filme, la obra refleja un periodo de crisis del mundo medieval. La explicación basada en la fe ya no era sufuciente para muchos hombres.
Se abrían paso nuevos planteamientos que hacían uso de la razón y el conocimiento como base para comprender. Una abadía de benedictinos en el norte de Italia será el escenario en el que se desarrolle un debate entre los frailes franciscanos. Allí sucederán una serie de acontecimientos, que alterarán la aparente tranquila vida de los religiosos.


En 1290 nacía en Surrey, Inglaterra, Guillermo de Occam, uno de los filósofos más destacados de esa época. Desde muy pronto sus ideas levantaron gran polémica. Fue acusado de herejía y tuvo que dar explicaciones ante el propio Papa en Aviñón. Por aquel entonces se unió a la corriente de los franciscanos, conocida como los espirituales, que defendían que Jesús y los apóstoles no habían tenido propiedades y que por este motivo tenían que vivir en la pobreza.
Este planteamiento no cuajó bien en la época, y la tesis fue declarada herética. Occam se vio forzado a huir. Se refugió en la corte del emperador Luis de Baviera, donde aprovechó el periodo de tranquilidad para escribir cantidad de obras en las que defendía la primacía del poder temporal del emperador sobre el Papa, con el objetivo de reorientar a la Iglesia hacia su misión puramente espiritual. Ocho cuestiones sobre la autoridad del Sumo Pontífice y Compendio de los errores del Papa Juan XII son dos de sus escritos críticos contra la máxima autoridad de la Iglesia.
Este consideraba que no podía haber una teología racional: no se puede demostrar racionalmente la existencia de Dios. Tampoco la espiritualidad ni la inmotalidad del alma. Para acceder a estas verdades sólo hay un camino, según Occam, la fe. Este filósofo inglés defendía la imposibilidad de reconciliación entre la fe y la razón. Entre ambas no puede haber diálogo ni acuerdo, pues abordan contenidos muy diferentes.
Occam sostenía que Dios creaba directamente a los individuos. Esta creencia implica que no haya ni universales en la naturaleza ni una naturaleza humana, ya que cada individuo es distinto.
El gran número de obras de Guillermo de Occam dejó buena prueba de sus creencias. Comentarios a las sentencias y Tratado sobre la predestinación, la presciencia de Dios y los futuros contingentes son dos ejemplos.

Es un principio atribuido al fraile franciscano inglés del siglo XIV Guillermo de Ockham que forma la base del reduccionismo metodológico, este principio formaba parte de la filosofia medieval aunque fue Occam el que utilizó este principio de forma filosófica.
Pluralitas non est ponenda sine neccesitate o la pluralidad no se debe postular sin necesidad. En su forma más simple, el principio de Occam indica que las explicaciones nunca deben multiplicar las causas sin necesidad. Cuando dos explicaciones se ofrecen para un fenómeno, la explicación completa más simple es preferible. Si un árbol achicharrado está caído en tierra, podría ser debido a la caída de un rayo o debido a un programa secreto de armas del gobierno. La explicación más simple y suficiente es la lógica —mas no necesariamente la verdadera— según el principio de Occam. En el caso de árbol, sería la caída del rayo.
Esta regla ha tenido una importancia capital en el desarrollo posterior de la ciencia.


El principio de la Navaja de Occam se utiliza fundamentalmente como complemento de las leyes de la lógica, con el fin de evitar el pensamiento mágico. Según este principio, siempre que se encuentren varias explicaciones a un fenómeno, se debe escoger la más sencilla que lo explique por completo.
Por ejemplo, para explicar la caída de una manzana al suelo, podríamos plantear las siguientes explicaciones:
*Unos duendes traviesos invisibles e indetectables la han movido hasta el suelo, movidos por el afán de fastidiarme.
*La madurez propia de la fruta ha debilitado el rabito por el que está unida al árbol y, debido al peso excesivo, la gravedad ha propiciado su caída.
*Una tormenta a su paso tiró la manzana.
Todas estas alternativas explican igualmente el fenómeno desde el punto de vista lógico y experimental, pero el criterio de Occam nos obliga a escoger la segunda como verdadera, ya que las demás nos obligarían a asumir una serie de postulados mucho más complicados.
La teoría de la navaja de Occam se aplica a casos prácticos y específicos, englobándose dentro de los principios fundamentales de la filosofía de la escuela nominalista —fundada por el propio Ockham— (conocido en su época como "venerable principiante" ) que opera sobre conceptos individualizados y casos empíricos.

Ante la creciente complejidad de los equipos y los sistemas de la informática, se ha desarrollado un principio llamado KISS "Keep it Simple, Smart" (*) o "Simplifica y funcionará", sobre todo en relación a las páginas y portales de internet.

(*) "Keep it Simple, Stupid" fue usado como parodia en un principio pero con el tiempo llegó a confundirse con la idea original y por este motivo muchos autores usan esta denominación para hacer referencia a la idea.










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