viernes, febrero 24, 2006
jueves, febrero 16, 2006
Con mapa y brújula
Sigue leyendo
jueves, febrero 09, 2006
Azufre
Sigue leyendo
martes, febrero 07, 2006
Idiolectos (Glosario de Semiótica y Estructuralismo).
Para algunos, el análisis estructural ayuda a descubrir la estructura lógicamente completa que subyace a muchos de los fenómenos de la vida social y cultural. Para otros, el estructuralismo lee demasiado profundamente dentro de los textos (en sentido amplio) y permite que el investigador invente significados que no están realmente ahí. Existe una gran variedad de posiciones críticas intermedias entre estos extremos y muchos de los debates actuales sobre esta escuela se ubican en esta línea.
La letra con sangre entra
Aunque la repercusión de esta obra no fue inmediata, en los años siguientes su aporte fue trascendente para el desarrollo de esta ciencia durante el pasado siglo. Asimismo esta obra fue la inspiración del movimiento intelectual que comenzó con la obra de Levi-Strauss, Tristes Trópicos, denominado estructuralismo.
Muere en Ginebra, Suiza, el 22 de febrero de 1913.
La semiología es un término usualmente intercambiable con el de semiótica, este último preferido por los anglosajones; el primero por los europeos. De hecho Peirce fue al parecer el primero en usar el término semiotic.
Aunque no hay consenso, la semiología debería incluir la semiótica para el apartado de los signos no lingüísticos y la semántica para el de la Lingüística.
Actualmente, no hay consensos, ni autor que se atribuya o tome la iniciativa de plasmarla en una especie de manual.
Se propone que la semiología sea el continente de todos los estudios derivados del análisis de los signos, sean estos lingüísticos (semántica) o semióticos (humanos y de la naturaleza).
Sigue leyendo
domingo, febrero 05, 2006
SANCTASANCTÓRUM
Silvestre dedicó una capilla en el interior del palacio a san Lorenzo para celebrar los divinos misterios. Hacia el año 800, el papa León III hizo colocar la "caja de ciprés", que actualmente se divisa a través de una gruesa malla metálica bajo el altar mayor, con numerosas e insignes reliquias y tesoros, y esta incripción sobre la cubierta:
Gregorio IV estableció próxima a la misma sus habitaciones privadas, considerándose desde aquella fecha como el oratorio particular de los papas. León X, por la bula Ex injunctis(1521) , reservó a los Sumos Pontífices la celebración de la Misa en el altar, y prohibiendolo a cualquier otro, incluso cardenales, con excomunión, ipso facto incurrenda. Yo me pregunto ¿por qué?
A título de curiosidad, desde entonces sólo se han celebrado allí misas tres papas y en sólo tres ocasiones: Benedicto XIV, el 7 de Febrero de 1741; Clemente XIII, el 2 de Abril de 1764, y Pio IX, el 2 de Abril de 1853.
Trasladados definitivamente los papas al Vaticano, Sixto V hizo demoler lo que restaba del antiguo palacio lateranense, dejando intacta la Capilla Sanctasanctórum . Delante de ella , y sirviendo de vestíbulo, hizo colocar la Escalera Santa; levantó dos naves a los lados, llamadas Aulas Sixtinas, : lo cubrió todo con un magnífico pórtico de orden dórico, y fundó el Colegio Sixtino para culto del santuario. El Colegio subsistió hasta 1853, en cuya fecha Pio IX construyó el actual convento para los Padres Pasionistas, custodios, al presente, del santuario.
El año jubilar (1925) se echaron los cimientos de la otra iglesia más amplia, que encerrará el Santactasanctórum y la Escala Santa. Los tesoros artísticoreligiosos guardados en la Capilla hacía siglos que eran un secreto impenetrable, hasta que el padre Jubaru, S.J., en 1903 , y sobre todo el padre Grisar, de la misma Compañia, en 1905, consiguieron permiso de la Santa Sede para examinarlos.
Pero volvamos atrás solo un momento : el emperador Constantino I el Grande tiene como confesor a un tal Eusebio de Nicomedia quien en nuestros dias es conocido como un precursor del arrianismo. Arrio (256 - 336) era un presbítero de Alejandría (Egipto), probablemente de origen libio. Discípulo de Luciano de Antioquía, se enfrentó a su obispo proclamando que Dios Padre había creado de la nada al Dios Hijo; que «hubo un tiempo en que el Hijo no existía», y que por tanto el Hijo era una criatura de Dios y no era Dios mismo. Sin embargo, el arrianismo fue condenado como herejía por el Concilio de Nicea en el año 325. En este sínodo de obispos se reafirmó la doctrina de la consustancialidad (homoousios, la misma sustancia) del Padre y del Hijo, por lo que Arrio y sus seguidores fueron exiliados y excomulgados, aunque otros concilios posteriores restauraron el arrianismo como doctrina legítima de la Iglesia. La condena definitiva llegó en el Primer Concilio de Constantinopla (381).
Posteriormente el arrianismo pervivió entre los godos y otros pueblos germánicos. Arrio era un predicador popular y se decía que sus sermones eran cantados y repetidos por la gente del pueblo. Su obra principal fue Talía (en griego θάλλεω, «florecer»), desaparecida, al igual que el resto de sus libros, aunque fragmentos de sus textos han perdurado en las obras de sus detractores y gracias a ellos su pensamiento se ha podido reconstruir hasta cierto punto.
Arrio murió en extrañas circunstancias (posiblemente envenenado) en 336, en la víspera del día en que iba a ser readmitido en la comunión de la Iglesia.
Volvamos a lo que encontró el padre Grisar en la "caja del ciprés"; este , en la obra que escribió dando cuenta de sus investigaciones, dice: "Jamás podré olvidar la impresión que produjo en todos los presentes la apertura del Sanctasanctórum..."
Ya puedess imaginar que es lo que encontraron: La Talía, el libro de Arrio, el único ejemplar y además el manuscrito. ¿Por qué guardaron tan celosamente este libro tantísimos papas? Pero eso no es lo más sorprendente; lo extraordinario es el envoltorio donde se ocultaba el manuscrito, un tejido antiquísimo en el que el emblema Crismón aparece por primera vez tal cual lo ideó Constantino...
de Constantino tras su conversión..
Sigue leyendo
sábado, febrero 04, 2006
Pobreza y enfermedad
Sigue leyendo
miércoles, febrero 01, 2006
The Prince of Tides
Una tarde, mientras el príncipe afinaba las cuerdas de coral, una sirena lo llamó cantando desde el extremo de la marisma. Su madre le había advertido que no escuchara a Maidy, porque su voz convertía en piedra a los príncipes de agua. Pero el muchacho ya no confiaba en los consejos de Tiyi, así que decidió ir en su busca, saltando entre roca y roca. Cuando llegó a su altura, Maidy simplemente se acercó a la fuente de su oído y comenzó a cantar la canción de los no presentes. Cientos de ondas de agua surcaron la piel de Gardener, y de ellas comenzaron a brotar mil gotas que se mezclaban como lluvia con su violín, formando una pasta espesa. El príncipe recordó a sus seres queridos, y cada recuerdo olvidado que recuperaba se convertía en un guijarro que nacía en sus tentáculos de agua y se encajaba en el traste de aquel instrumento, y se alineaban en sus aristas. Al terminar su trance, el violín no era ya una frágil composición de arena, sino una sólida filigrana de la geografía del mar. Gardener intentó cogerlo, pero descubrió que sus extremidades líquidas no podían sostener tanto peso.
La sirena miró al principe desde un súbito silencio. Aquel al que había observado tantas veces, maniatado a un violín y a la rigidez del dolor que había forjado las cuentas que ella lucía en un collar de caracolas. El lejano y melancólico príncipe del que se había enamorado a distancia, al que acababa de librar de su condena. Maidy lo tomó de la mano y lo guió hasta la playa del arco iris, donde bailaron como sólo saben hacerlo los peces en el agua, con la música orquestada en los vaivenes de las nubes de camarones. Y una vez terminada la pieza, el collar de lágrimas de nácar se deshizo en granos de sal desde el cuello de la sirena y se perdieron en el cuerpo incoloro de Gardener.
El astro seco, absorto desde lo alto en aquel espectáculo, sin aire ante la pérdida irreparable de la música que lo regaba, aspiró tanto que toda el agua se elevó en una columna hasta bañar de mares sus superficies, mientras el planeta de las marismas se llenaba del desierto de sus océanos. El planeta gris se eclipsó de agua, y con ella absorbió a su vez a Gardener, desterrado para siempre de su sirena, que yacía varada sobre un centenar de estrellas de mar.
Cuentan que el príncipe construyó un nuevo violín allá arriba, con la tierra del planeta gris, que tras su inundación se llamaba azul. Y que sus dedos no paran de rasgar las cuerdas del instrumento, ni de día ni de noche. Que su adagio provoca subidas y bajadas en la superficie del planeta de agua, por lo que sus habitantes lo han bautizado como el príncipe de las mareas, gobernadas por las notas de su música. Que las gotas que se desprenden de sus manos se precipitan de nuevo a su casa, a la sima donde reposa su sirena.
Dicen incluso que llegará el día en que el principe toque con tanta fuerza que dejarán de existir las mareas. Que desde las yemas de sus dedos se escurrirá en venganza toda el agua del planeta para retornar al hogar del príncipe, a su mar de la tranquilidad. Dicen que algún día no muy lejano, la luna volverá a ser el planeta de las marismas".
Sigue leyendo