Con mapa y brújula

A menudo pienso en la vida como si se tratara de una excursión de montaña. Tener una mapa, en la vida, significa que, cuando empiezas, sabes dónde vas a encontrar un río, una casa, un precipicio, un lago. Y el carecer de mapa pero tener una brújula supone que sabes más o menos hacia dónde vas o quieres ir, pero que cuando te encuentras el río, o el lago, ignorabas que estaban allí.

El verdadero problema de un marino en alta mar es, sencillamente, ver. Ver a trevés de la tormenta,ver lo que hay en el horizonte, o ver la costa cuando uno se aproxima a ella. En cierto sentido, ver es lo que todos quisiéramos continuamente; y ver sobre todo en las relaciones humanas que establecemos. Tantas veces creemos tener una visión clara de una persona. Pero quién no ha sentido el haberse equivocado, de que esa visión era completamente erronea o no era tan nítida como creía. Es fundamental saber que podemos esperar de las personas y lo dificil es ver su rostro mañana, ver lo que serán mañana. Tampoco es fácil ver su rostro hoy, pero creemos verlo. Creemos saber qué podemos esperar de ellas, de las más cercanas. Y sin embargo nos defraudan amenudo.

La auténtica dificultad de vivir es saber a que atenernos con las personas. Aunque yo siempre digo "Me juego el cuello por..." no literalmente ,claro, porque andaría descabezado.